Todavía me acuerdo estar en la clase de
antropología en quinto año y que el profesor nos dijera que usábamos uniformes
porque de esa forma no hay distinción entre los alumnos, de ese modo somos
todos iguales a los ojos del otro, no se ven las clases sociales, los estilos,
las culturas, nada, solo somos alumnos y lo que se distingue es quién estudió y
quién no.
Después terminé el secundario y me encontré un
nuevo mundo llamado La Universidad. Tuve la mala suerte que las aulas de la
facultad de Arquitectura y Urbanismo en la Universidad de Belgrano estuvieran
todas ocupadas y cursé en la facultad de Humanidades. Para muchos no había
diferencia alguna pero para mi si, algo que aprendí en diseño es que todo comunica.
Estando en el ascensor hacia un jueguito
mental en donde observaba lo que llevaban puesto y adivinaba en qué piso se
bajarían, si en Derecho, Humanidades o Arquitectura (los últimos éramos los más
fáciles por las maquetas). En la mayoría de las veces los estudiantes de
Derecho suelen usar trajecitos, quizá no siempre entienden bien por qué pero
les parece que queda más formal, y lo cierto es que es el hecho de vestir de
negro y camisa blanca habla de algo más serio, profesional a diferencia de los
alumnos de Diseño que íbamos en zapatilla y remera porque justamente estamos
intentando decir que somos más flexibles, divertidos, coloridos (felices) y
vamos contagiando ese color con nuestros diseños.
La elección de la Universidad también
influencia en la decisión de qué sacar del placard y ponernos para salir de
casa. El día que fuimos a tirarle huevos a una de mis mejores amigas en la UCA,
otra que estudia medicina en la UBA quedó asombrada por la ropa que usaban las
chicas ahí “¿Después que se ponen para salir?” exclamó y me dejó pensando, es
muy probable que por su posición económica tengan ropa aún mejor (con brillos,
seda y transparencias) para armar un outfit nocturno, o que realmente no tengan
otro tipo de ropa en el placard y usen siempre comodines (un jean oscuro con
una remera de algodón es tranquilo y con una camisa de seda es más formal), por
ejemplo en mi placard nunca van a encontrar un joggin.
También tengo la oportunidad de pasar todos
los días por la puerta de la facultad de medicina de la UBA, y ahí puedo notar
por qué el asombro de mi amiga, lo cual no siempre se debe a una cuestión
económica si no a lo que quieren transmitir, si, en el 70 por ciento usan ambo,
pero los que no usan ropa que quizá sale lo mismo que un par de zapatos (como
las zapatillas Vans o DC) o la estampa de la remera, y es que el tema está en
la elección de la ropa, en la elección de
lo que queremos que el otro vea en nosotros, veo muchos estudiantes que
visten con ojotas y pantalones hippies porque quieren que el resto piense que lo
importa en ellos no es su vestimenta (lo de afuera) si no lo de adentro (su
intelectualidad), lo mismo pasa en estudiantes de carreras como Filosofía, o
Psicología.
El gran cambio para mi fue en mi ultimo año de
la facultad, cuando empecé a trabajar y vi lo que otros usaban, claramente las
zapatillas volaron y empecé a comprarme zapatos (con taco). La mejor enseñanza
me la dejó mi compañera de trabajo, que se estaba por recibir de abogada y se
pasaba todo el día fuera de la casa, entonces lucía todos los días outfits que
le servían para estar bien en la oficina, ir a la facultad y estar lista para
la noche. La mejor solución son los jeans oscuros y tener muchas camisas, de
todo tipo: estampadas, lisas, opacas, brillantes, con transparencias etc.
La otra cuestión a la hora de vestirnos es la
locación y el tipo de trabajo que brindamos, es decir los que tienen atención
al público deberían estar impecables a diferencia de otros que se pueden dar el
lujo de no preocuparse tanto si el pelo está bien peinado, o que la camisa no
tenga ninguna arruga, y claramente no es lo mismo si trabajas en una gran
oficina en puerto madero a que si tenés un local de ropa en once, incluso el
transporte que utilizamos para llegar al trabajo (más allá de la distancia), no
es lo mismo viajar sentado y caminar media cuadra que tener que correr el tren
y caminar 10 cuadras con un taco aguja de 10 cm.
En definitiva las elecciones que tomamos al
ponernos ropa, aun que algunos digan que si, no son arbitrarias, uno no elige vestirse
de ese modo por que si, si no porque quiere (a veces inconscientemente)
comunicar algo, comunicar seriedad si estudia o se dedica a algo relacionado
con la responsabilidad como ser contadores, abogados, economistas, o comunicar
frescura, actualidad e interés en la moda en carreras o trabajos más afines al
mundo fashionista. Algunos se esfuerzan demasiado en querer decir que no tienen
interés por la estética y se despeinan y desalinean a propósito, casi creando
un personaje, y otros se personifican para comunicar exactamente lo contrario,
después de todo para eso nos vemos al espejo, no porque esa sea la forma que
nos vayamos a ver nosotros en el día si no porque así es cómo y lo que “el
otro” verá en nosotros.
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