sábado, 5 de abril de 2014

Dime qué te pones y te diré qué estudias

Dime que te pones y te diré qué estudias

Todavía me acuerdo estar en la clase de antropología en quinto año y que el profesor nos dijera que usábamos uniformes porque de esa forma no hay distinción entre los alumnos, de ese modo somos todos iguales a los ojos del otro, no se ven las clases sociales, los estilos, las culturas, nada, solo somos alumnos y lo que se distingue es quién estudió y quién no.

Después terminé el secundario y me encontré un nuevo mundo llamado La Universidad. Tuve la mala suerte que las aulas de la facultad de Arquitectura y Urbanismo en la Universidad de Belgrano estuvieran todas ocupadas y cursé en la facultad de Humanidades. Para muchos no había diferencia alguna pero para mi si, algo que aprendí en diseño es que todo comunica.

Estando en el ascensor hacia un jueguito mental en donde observaba lo que llevaban puesto y adivinaba en qué piso se bajarían, si en Derecho, Humanidades o Arquitectura (los últimos éramos los más fáciles por las maquetas). En la mayoría de las veces los estudiantes de Derecho suelen usar trajecitos, quizá no siempre entienden bien por qué pero les parece que queda más formal, y lo cierto es que es el hecho de vestir de negro y camisa blanca habla de algo más serio, profesional a diferencia de los alumnos de Diseño que íbamos en zapatilla y remera porque justamente estamos intentando decir que somos más flexibles, divertidos, coloridos (felices) y vamos contagiando ese color con nuestros diseños.



La elección de la Universidad también influencia en la decisión de qué sacar del placard y ponernos para salir de casa. El día que fuimos a tirarle huevos a una de mis mejores amigas en la UCA, otra que estudia medicina en la UBA quedó asombrada por la ropa que usaban las chicas ahí “¿Después que se ponen para salir?” exclamó y me dejó pensando, es muy probable que por su posición económica tengan ropa aún mejor (con brillos, seda y transparencias) para armar un outfit nocturno, o que realmente no tengan otro tipo de ropa en el placard y usen siempre comodines (un jean oscuro con una remera de algodón es tranquilo y con una camisa de seda es más formal), por ejemplo en mi placard nunca van a encontrar un joggin.

También tengo la oportunidad de pasar todos los días por la puerta de la facultad de medicina de la UBA, y ahí puedo notar por qué el asombro de mi amiga, lo cual no siempre se debe a una cuestión económica si no a lo que quieren transmitir, si, en el 70 por ciento usan ambo, pero los que no usan ropa que quizá sale lo mismo que un par de zapatos (como las zapatillas Vans o DC) o la estampa de la remera, y es que el tema está en la elección de la ropa, en la elección de  lo que queremos que el otro vea en nosotros, veo muchos estudiantes que visten con ojotas y pantalones hippies porque quieren que el resto piense que lo importa en ellos no es su vestimenta (lo de afuera) si no lo de adentro (su intelectualidad), lo mismo pasa en estudiantes de carreras como Filosofía, o Psicología.

El gran cambio para mi fue en mi ultimo año de la facultad, cuando empecé a trabajar y vi lo que otros usaban, claramente las zapatillas volaron y empecé a comprarme zapatos (con taco). La mejor enseñanza me la dejó mi compañera de trabajo, que se estaba por recibir de abogada y se pasaba todo el día fuera de la casa, entonces lucía todos los días outfits que le servían para estar bien en la oficina, ir a la facultad y estar lista para la noche. La mejor solución son los jeans oscuros y tener muchas camisas, de todo tipo: estampadas, lisas, opacas, brillantes, con transparencias etc.

La otra cuestión a la hora de vestirnos es la locación y el tipo de trabajo que brindamos, es decir los que tienen atención al público deberían estar impecables a diferencia de otros que se pueden dar el lujo de no preocuparse tanto si el pelo está bien peinado, o que la camisa no tenga ninguna arruga, y claramente no es lo mismo si trabajas en una gran oficina en puerto madero a que si tenés un local de ropa en once, incluso el transporte que utilizamos para llegar al trabajo (más allá de la distancia), no es lo mismo viajar sentado y caminar media cuadra que tener que correr el tren y caminar 10 cuadras con un taco aguja de 10 cm.


En definitiva las elecciones que tomamos al ponernos ropa, aun que algunos digan que si, no son arbitrarias, uno no elige vestirse de ese modo por que si, si no porque quiere (a veces inconscientemente) comunicar algo, comunicar seriedad si estudia o se dedica a algo relacionado con la responsabilidad como ser contadores, abogados, economistas, o comunicar frescura, actualidad e interés en la moda en carreras o trabajos más afines al mundo fashionista. Algunos se esfuerzan demasiado en querer decir que no tienen interés por la estética y se despeinan y desalinean a propósito, casi creando un personaje, y otros se personifican para comunicar exactamente lo contrario, después de todo para eso nos vemos al espejo, no porque esa sea la forma que nos vayamos a ver nosotros en el día si no porque así es cómo y lo que “el otro” verá en nosotros.

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