viernes, 27 de junio de 2014

Para todos los gustos

PARA TODOS LOS GUSTOS

Desde que la moda es moda, y los antiguos usaban taparrabos como vestimenta lo que nos ponemos define quienes somos, y lo que queremos decirle al mundo sobre nuestra persona. En el siglo IXX no quedaba otra opción que usar vestidos para las mujeres y trajes para los hombres. Ya por el XX Chanel propuso un estilo más descontracturado y se pusieron de moda nuevas tipologías. Hoy en día, en el 2014 hay una variedad increíble de tipos, formas, marcas y precios para que todos puedan elegir su propio estilo, cómo y con qué vestirse.

El texto de Agustina González Carman para la revista online Paco  describe mucho de estos innumerables estilos y tipologías de ropa. Desde los más caros y modernos que vienen directamente desde Europa, hasta los que podemos encontrar en once o la salada. Con titulo al mejor estilo consumista “El mundo como supermercado” es cierto que la moda se ah convertido en un gran popurrí de estilos, texturas, estampas, donde las temporadas mezclan todo tipo de tipologías, como en este invierno que tenemos las flores al lado del tartán. Como en un supermercado, donde esta “todo”, millones de marcas y gustos de mermeladas por ejemplo, la gente puede elegir la que mas le gusta, o la que tiene ganas de consumir, en este caso ocurre lo mismo con la moda, hay de todo y para todos los gustos.
Y no nos quedemos solo en el collage de estilos y formas de este invierno, en Europa para esta primavera verano se esta viviendo un exceso de color, con Jeremy Scott, carteras en Longchamps y Lacoste al mejor estilo televisor de los años 90 encontramos prendas pintadas de arcoíris para salir a la calle, y esto es justamente lo que nos procede después de nuestra temporada de tachas, tartán y flores.


Imogen Fox nos plantea en su texto “Minimalism in fashion is dead – long live maximalism” (El minimalismo en la moda ha muerto, larga vida al maximalismo) que así como hay un contaminación visual de colores en las pasarelas, que después se llevara a la calle y el pret a porter, hay que entender que mientras más colores y excesos más caro es producirlo, por ende debería tener más prestigio, pero se ha llegado a un punto en donde cuando nos encontramos con estos excesos en vez de ver el arte mismo en la vestimenta interpretamos algo quitch, “grasa”, y eso es un poco lo que pasa acá en Buenos Aires, como plantea la nota de la revista Paco, la salada inundada de remeras con la estampa brillosa Versace, acá es considerado como lo más bajo que hay cuando afuera en realidad eso representa millones de dólares.

Entonces, la moda y sus interpretaciones siempre van a estar ligados al contexto socioeconómico en el que vivimos, porque en Argentina por ejemplo, a menos que seas Susana Gimenez, si tenes una cartera con el monograma Louis Vuitton la gente inmediatamente interpreta que es trucho, de los que veden los nigerianos en once, cuando en Europa la sociedad no mira de la misma manera y las Hermes Birkin se llevan con total naturalidad en el subte. El tema siempre va a estar en lo que queramos comunicarle al resto, porque por más que nosotros nos miremos en el espejo antes de salir el que nos ve lo que tenemos es el otro.

VALENTINO, el último emperador

DEL BOCETO A LA PANTALLA GRANDE
VALENTINO, EL ÚLTIMO EMPERADOR

El 20 de noviembre de 2009 se estrenó el documental “Valentino, el último emperador” en Italia, país de origen del diseñador. Se podría decir que es una reseña de lo que fueron los últimos años antes que vendiera la empresa y decidiera retirarse de la industria textil.



En medio de los rumores sobre su retirada el documental producido y dirigido por Matt Tyrnauer cuenta un poco su extraordinaria vida y cómo se convirtió en Valentino dando una vuelta por sus 45 años de carrera dentro del Couture, inspirado en los aires italianos el color que predomina es el mismo que define al diseñador: Rojo, y el idioma el italiano. El largometraje hace un juego temporal donde van y vienen imágenes y filmaciones antiguas y del presente (hasta la fecha de estreno del documental), de sus comienzos, de él, su vida personal y desfiles producidos por él mismo, la elección de las modelos, de los vestidos y cómo se centraba en cada detalle para llegar a la perfección Valentino.

La mujer a la que está dedicado el documental es fina, sofisticada y de un poder adquisitivo alto, de hecho las musas que aparecen son la Princesa Diana de Gales, Audrey Hepburn, Elizabeth Taylor, Jackie Kennedy, Jane Foda, Condesas entre otras princesas, ya que sus vestidos, confeccionados artesanalmente, bordados en tules con piedras son casi una obra de arte nada accesible para el público en general, por eso también se lo considera como “El último emperador” ya que él considera que cuando se retiró se llevó con él lo último de la concepción artesana de la moda.

Se basa principalmente en cómo Valentino Caravani logró llevar adelante su empresa con frialdad dentro del negocio de la moda y sobreponer los obtáculos económicos que se le presentaban, junto con los rumores. Decimos con frialdad porque así es como se lo ve a lo largo del largometraje en sus relaciones personales como ser con Giancarlo Giammetti, quién es su socio, amigo y pareja y sus 5 perros raza Pug. Aunque quizá esa no sea la forma real de relacionarse con sus pares, uno siempre cambia cuando hay una cámara encendida y sabemos que su opinión no fue la más acertada cuando  se estrenó dicho documental, pero al menos ésta fue la idea que quería transmitir Tyrnauer, mostrar a Valentino como un real emperador, y qué es un emperador si no una persona con poder que ordena y casi no tiene relación cálida con los otros para que no le encuentren su lado sensible y lo derroten, en este caso Valentino seria el líder del gran imperio de la moda, incluso se lo puede ver en un “off the record” enojándose con todos los que lo rodean, peleándose con Giancarlo y pidiendo que apaguen las cámaras cuando estaba cerrando los detalles para su presentación de producciones propias de alta costura en el famoso Coliseo.

La idea de hacer un documental sobre el diseñador es que pueda llegar a un público masivo, ya que si uno no está en la jerga de la alta costura y realmente le interesa la moda es raro que conozca con nombre y apellido al diseñador Valentino, por eso la televisión llega más rápido y a más personas. Dentro del documental se habla que no es la alta costura la que dá ganancias si no los accesorios, que son los que se compran globalmente, de este modo personas de menor poder adquisitivo pueden ver el documental, desear Valentino y poder comprarse aros, anteojos, cinturones sin necesidad de adquirir un vestido de alta costura a precios solo pagables por la realeza.



Esto es un poco lo que están haciendo las marcas más reconocidas (y caras) de la alta costura, optan por abrir canales en sitios web como youtube.com y aprovechan la opción de publicidad que tiene para de ese modo asegurarse de llegar a todo el mundo, lo mismo con las redes sociales, porque lo cierto es que no todo el mundo puede (o quiere) adquirir una revista de moda donde se publicite o se hable de estas marcas, no por lo menos en países del tercer mundo, pero si leen Facebook, Twitter y entran a Youtube.

Lo cierto es que la moda de alta costura siempre se vió como algo casi prestigioso, donde su acceso era privilegiado, para poder acceder a uno de sus desfiles tenias que, o ser alguien muy importantes o tener mucho dinero, y hoy por hoy internet y las redes sociales están rompiendo con este modelo, ya que las personas (que se podrían considerar prestigiosas) se sientan en la primera fila de los mejores desfiles de Paris, Milan y New York y fotografían los desfiles para que el público pueda acceder a las nuevas tendencias, y en una cuestión de solo segundos ya están entrando a internet para ver donde pueden conseguirlo.


Valentino, con sus 81 años fue una persona muy inteligente al ver que el mercado está dentro de los accesorios, el Prêt-à-porter y no solo la moda de alta costura, y que para ser una marca global (y exitosa) hay que saber viralizarla, de hecho fue uno de los primeros en transmitir sus colecciones por la pantalla chica, y ahora uno de los primeros con su documental en la pantalla grande, después de él vinieron Anna Wintour con “The septemper Issue”, Annie Leibowitz “Life through a lens”, “Madmoiselle C” por Carrie Roitfeld y ahora se entán por estrenar el largometraje de Yves Saint Laurent y “Dior and I”, quizá tengamos que considerar a Valentino no solo el emperador de la alta Costura si no también de la transmisión de marcas de lujo a través de la pantalla grande, hay que reconocer que conocía muy bien su imperio y supo aprovecharlo.

El artista detrás de la cámara

MARIO TESTINO EN EL MALBA
EL ARTISTA DETRÁS DE LA CAMARA

Labios rojo pasión, uñas al mismo tono, ojos con sombras verdes y celestes, pelos entre rojizos y anaranjados, y una luz sutilmente contrastada, todo el mundo había visto la imagen, todas las revistas la publicaron, si, esta fue la imagen elegida para publicitar la muestra del fotógrafo Peruano Mario Testino “In your face”, traduciéndolo al español la literalidad diría “en tu cara” asique era de esperar que se eligiera una cara para viralizar la muestra que se lleva acabo desde el pasado 15 de marzo hasta el 16 de junio en el Malba.



Pero, ¿acaso todos saben a quién pertenece la cara? Se trata nada más y nada menos que la modelo Estoniana Carmen Kass, en una producción realizada por el fotógrafo en cuestión para la revista Allure, en Los Ángeles por el año 2009. Dentro de la muestra, las perfectas facciones de Carmen se pierden por completo frente a los desnudos de Patricia Schmid para Vogue París, una exageradamente bronceada Lady Gaga para V magazine y un repertorio incansable de la señorita Kate Moss, su musa por años y amiga íntima.

La muestra está integrada por un centenar de fotografías realizadas él mismo, en su mayoría para revistas de moda, todas y cada una fueron elegidas por Testino, muestra que ya tuvo su lugar en el Museum of Fine Arts de Boston en 2012 y ahora nos da el placer de presentar en Buenos Aires. Dejando atrás su pasado por Calvin Klein la selección se baso en un acercamiento íntimo al mundo del célebre fotógrafo mostrando a los principales famosos más influyentes en el mundo de la moda, algunas más clásicas e icónicas y otras esencialmente conceptuales, podemos destacar las de la ya nombrada (y que es casi sinónimo de Testino) Kate Moss, Angelina Jolie, Brad Pitt, Gwyneth Paltrow, Rihanna, Madonna, entre otros, personas que se podrían considerar la realeza dentro del mundo de la moda ya que al artista se lo conoce por estar detrás del lente de la famosa fotografía que recorrió el mundo de la princesa de Gales, Lady Di, descalza, tirada con un vestido negro sobre un sillón blanco que recorrió todo el mundo, y la foto de Kate Middlenton y el príncipe Williams abrazados anunciando su casamiento. Como si fuera poco pasear por los pasillos del segundo piso del Malva recorriendo esa cantidad de fotografías también se podía adquirir ahí mismo el libro de la muestra, por igual de abundante, de la editorial Taschen.



La elección del lugar no fue al azar, el Malba se ha convertido uno de los museos más visitados de Buenos Aires desde que Yayoi Kusama y sus puntos de colores revolucionaron la capital, todo el mundo habló de ellos y la muestra, así como la de Testino duró suficiente tiempo como para que muchos y de todos lados puedan apreciarlo. El museo cuenta no solo con una entrada accesible económicamente si no también con una amplia variedad de descuentos, desde las tarjetas 365 de Clarín, la de Club La Nación, descuentos por estudiantes ¡hasta 2x1 mostrando tu Smartphone Samsung! Pero eso no los desanima ya que más de cuarenta y cinco mil personas visitaron la muestra hasta la fecha y todos y cada uno de ellos se encargaron de sacarse selfies con la tipografía en bold enorme con la leyenda “Mario Testino in your face” o alguna foto de las imágenes de la muestra y subirla a las redes sociales, porque como todo el mundo, todos los medios gráficos y noticieros estaban hablando de ello entonces había que ir y contárselo a todos.


Las personas “comunes y corrientes” no fueron las únicas con su clásica foto, si no que los medios gráficos también publicaron hasta el cansancio cosas al respecto, entrevistas a Testino, notas sobre la muestra, fotos de la muestra, famosos en la muestra, coolhunter en la muestra, casi que no era necesario ir a verla para conocérsela de memoria, pero como conocemos la influencia de los medios en el público nadie dejo de ir por haber leído algo al respecto, si no que generaba más deseo. Revistas de moda como ser Harper’s Bazaar, Ohlala!, Elle, y los medios gráficos masivos como ser La Nación y Clarín, todos hablaron de “In your Face” y llenaron sus paginas con las coloridas fotografías del artista del lente. Porque lo cierto es cuando viene un fotógrafo internacional del calibre de Mario Testino nos resulta lógico que le den importancia, a demás que la muestra es algo realmente espectacular de apreciar, por que si una imagen dice más que mil palabras Testino llena todos los diccionarios del mundo.

¿Valor agregado o Valor exagerado?

-¿8 mil pesos una parca?! ¿3 mil pesos una camisa?!
-Y… fíjate de donde son
-Ginebra.. esa no es la hija de Tinelli… ¿Quién se cree que es?

No no, la pregunta debería ser ¿Quién quiere ser? Y ¿A quién quiere apuntar? Mi amiga en vez de haberse quejado de la parca y de Micaela Tinelli con su marca Ginebra quizá tendría que haber reflexionado ¿Será que Micaela no quiere que yo use su ropa? Entonces ¿quién debería ser digno de ponérsela? “Quién logre sacar la espada de la piedra será proclamo Rey” en este caso, quién tenga el sueldo suficiente para comprarse la parca de Ginebra, vivir, comer, pagar la luz, el gas etc. Será proclamada reina de la moda, y de Argentina!

En cuánto a quién quiere ser Micaela con su marca me refiero a qué tipo de segmento está destinada Ginebra, siguiendo a Toby Meadows con “Crear y gestionar una marca de moda” tenemos tres tipos de segmentos: La Alta costura (Haute couture), el Prét-a-porter y La moda de masas. Lejos del último y el primer caso, lo de Ginebra es un tema de posicionamiento, todavía se están insertando en el mercado y tienen muy en claro que sus prendas no pueden ni van a apuntar al público en general, si no a un sector específico, y eso es lo que haga el precio, no solo porque son piezas que no se producen en masa como en Zara o H&M y las características de los materiales (pailletes, sedas, gemas, etc.) si no también porque quiere que sus prendas sean casi admiradas como una La Alta costura, como prendas únicas, irrepetibles, y especiales, que te den un status en la sociedad, y todo eso se logra subiéndole un poco los precios, en este caso el valor agregado sería “no solo me visto bien si no también tengo mucha plata”, quizá la parca no necesariamente cuesta 8 mil pesos para recuperar lo invertido en materia prima, mano de obra, costos generales y que Micaela se compre el último iPhone, pero el hecho que sea tan cara hace que solo pocos puedan acceder a ella y le suma el valor agregado deseado.



Ginebra no es la única marca que lo hace, Jackie Smith se caracteriza por vender carteras a precios sumamente elevado, claro en Argentina es imposible conseguir una Chanel, por eso algunas marcas locales tratan de ocupar el segmento más alto de la sociedad, como ser Rapsodia, sí se caracteriza por tener unas texturas preciosas en sus materiales que le dan la idea de una pieza única, exclusiva, pero también se sabe que son prendas a veces exageradamente caras, inaccesibles, lo que le da un status, una diferencia, y lo hicieron más claro sumándole cintitas de colores diferentes en cada temporada, de ese modo las compradoras las ponen en las llaves, el pendrive, la agenda, lugares visibles para que cuando los demás los vean sepan que las obtuvieron de una compra en Rapsodia, que esa chica pertenece a esa sociedad, a demás de entender de moda y tendencias.

Detrás de la etiqueta no encontramos sólo cómo lavar la prenda, si no un montón de significantes que le ponen dichos precios, como ser la función que cumplirá esta prenda dentro del mercado, tienen que hacer que el publico se sienta cómodo llevándolas, y no hablo solo de comodidad física si no psicológica, tiene que haber un factor que les haga sentir seguros de haber comprado esa prenda, como ser el hecho que esté a la moda, en Argentina hace dos temporadas se usaba a lo loco las birkestone, zapatos que eran bastante incómodos para algunos pero cuando veías a todo el mundo tropezarse en la calle sonreías pensando “se usa, estamos todos a la moda” y seguías caminando a los tropezones.

Pero qué ocurre con las marcas que no obtan por un segmento tan exclusivo, los que en teoría apuntan a la moda de masas, que no tienen una tienda boutique ni diseños exclusivos, que se sabe que la ropa se produce de modo industrial y sin embargo tienen precios altísimos. ¿Podemos culpar la inflación? Ellos dirán que se debe al coste de la producción y la calidad de sus productos pero ¿no estarán exagerando un poco? Todo depende del mercado al que quieren apuntar, ya pareciera que la moda (la buena) se está volviendo algo difícil de adquirir y algunos se van a terminar quedando afuera, ¿o no?

 “La gente encuentra la forma de pagar por un producto que le encanta” dicen Kat y Oz Aalam, de la Boutique londinense Damsel, y no podría estar más de acuerdo, pero no es la idea completa de las marcas (o los directivos de las marcas) porque el tema no está en que nos embarguemos para poder comprar una Louis Vuitton, si no en que si realmente no podemos adquirarla y seguir manteniendo el mismo estado de vida no lo hagamos, y sigamos manteniendo el deseo, mirando desde abajo a los que sí pueden, a través de la publicidad en los medios de comunicación que son quienes ayudan a darle dicho posicionamiento a las marcas, esto es un poco lo que sucedió con la revista de La Nación del fin de semana pasado, y la idea que tuvo Micaela Tinelli (Ginebra) al poner ese valor a la parca, que mi amiga se mantenga deseando deseándola pero que nunca pueda adquirirla.